Mi padre tenía en casa un maletín rojo que estaba lleno de cintas de cassette. En él había desde el flamenco más ortodoxo (Camarón, Paco de Lucía, Menese...), más innovador (El Lebrijano, Lole y Manuel...) o de nueva generación (Triana, Alameda...), rumbeo variado (Chichos, Chunguitos, Grecas...), cantantes melódicos y mitos (Raphael, Carlos Gardel...), cantautores (Serrat, Paco Ibáñez...) o lo que más he ido rescatando con los años (Rolling Stones, Pink Floyd, Brincos y varias cosas más de los sesenta y setenta). El maletín salía con todos de viaje en un 127 verde que olía a tabaco y que fue protagonista de tantos y tantos viajes Barcelona-Montellano y viceversa.
De toda esa colección había una cinta que me llamó la atención y que me amplió el horizonte hacia nuevas experiencias: el Dedicado a Antonio Machado, poeta de Joan Manuel Serrat. Ayer metiendo cosas en cajas apareció ese cassette en un cajón y no he podido reprimir escribir algo sobre él y de los recuerdos que me trae a la mente. Ese disco mantiene hoy en mí viva su importancia porque aparte de introducirme en la discografía del catalán me dió un empujón a una afición, la lectura, que (según mi madre) tenía desde muy precoz, y en la transición de los tebeos a los libros tuvo mucho que ver la fascinación que me provocaban los textos de Machado. Y (aunque me gusta más el disco de Hernández) creo que éste es parte de mi vida, de los muchos caminos que he andado. Y lo que me queda. Machado y Serrat. Tándem perfecto. Imprescindible.
1 comentario:
pues ese disco (y paco ibáñez, camarón, pink floyd y otros tantos) también andaban por mi casa. quién me iba a decir a mí entonces que, ahora con 36 años tenga a bastantes de ellos entre mis discos favoritos (bueno, a pink floyd no).
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