9.5.12

pony bravo, teatro central, sevilla

la luna te besa tus lágrimas puras como un promesa de buena ventura,
la niña de fuego te llama la gente y te están dejando que mueras de sed

El pasado viernes, tras una quedada previa en el piso de Rafa, entró en juego la democracia interna y me quedé sólo en mi idea inicial de acudir al concierto de Blacanova (ganazas aplazadas de verles y de escuchar sus nuevas canciones), pero en esta ocasión la opción que salió vencedora, Pony Bravo, no era un plato menos apetecible en una jornada que a buen seguro puso a más de uno en esta difícil tesitura. Llegada al Teatro Central con el tiempo justo (un clásico), mirada de reojo al stand (habría parada posterior por allí para hacerme con el vinilo de 'Si bajo de espalda no me da miedo'), aprovisionamiento de cervezas en la barra y entrada a una repleta sala con el concierto recién empezado. Con un público receptivo y con intención palmaria de pasarlo bien, la agitación es recogida y devuelta por el grupo con entrega, guiños y altas dosis de (buen) humor. La iconografía crítico-festiva (crucifixión del mítico Curro presidiendo el escenario -en plenos fastos del aniversario de la Expo-, Cristos planeadores lanzándose desde la Torre Pelli, un faraónico Monteseirín, imágenes de fervor religioso pre-adolescente en las calles, recuerdos maliciosos a Teddy Bautista, etc...) acompaña y retroalimenta a un show al que se van sumando colaboraciones sobre la platea como las de Raúl Pérez (Estudios La Mina), Fran Torres (Música Prepost) o Javier Mora (Mansilla y los espías), dotando de más cuerpo a las canciones. Se suceden 'Ninja de fuego', 'Pumare-Ho!', 'Salmo 52:8', 'Noche de setas', 'Super-Broker', 'El guarda forestal', 'El Rayo', 'El campo fui yo', 'China da miedo' y otras tantas de su repertorio, culminadas con 'Mi DNI', nuevo tema del que ya había referencias, con Pablo Peña al mando escupiendo con soltura una descacharrante conversación con uno de esos personajazos que pueblan el submundo del espectáculo. "Yo, yo, camello, camello, yo". Disfrute colectivo y fuego sanador en el batir de palmas. La rave de Dios.


2 comentarios:

Magdalena dijo...

No conocía mucho a este grupo, pero me gusta tanto cómo has redactado esta entrada, tan clara, tan sencilla, tan correctamente, pero a la vez sin el más mínimo rastro de pretensiones, que investigaré un poquito sobre él.

diego-j.c. dijo...

Muchas gracias por tus palabras; dedícales una escucha (y, si puedes, acude a verles en directo) que valen mucho la pena. Un saludo!