Tras finalizar la reproducción de la primera canción de la selección de José Ignacio Lapido en 'La Música Contada' se levantaron unos tímidos aplausos. Como bien señaló, con una media sonrisa, 'son las cosas del formato'. Seguramente estaba más cómodo parapetado tras la guitarra, como en algunas de las canciones que tocó con su maestría habitual con la acústica, que ahí sentado tras la mesa. Pero no por solemne fue menos excitante su discofórum, pues la oscuridad de la sala y el respetuoso silencio en la reproducción de esos temas te hacían, a poco que cerrases los ojos y abrieras la mente, transportarte a sensaciones similares a las vividas con las paredes de tu habitación como mudo testigo, cuando se aparcan los (nimios o no) problemas para zambullirte en canciones que irremediablemente pasan a formar parte de tu vida. Cuando las notas mutan en emociones. Por allí, entre detalladas y didácticas explicaciones espacio-temporales, biografías de los artistas y alguna que otra vivencia personal, asomaron Jimmy Reed, The Remains, The Animals, Bob Dylan, Fleetwood Mac, Creedence Clearwater Revival, Flying Burrito Brothers, Little Walter, The Byrds, Cream, The Beatles, The Dominoes, The Band, etc... Un lujazo. ¿Alguna nota negativa? Sólo una, que no por menos esperada aparta cierto regusto amargo: otra constatación en la tertulia posterior de que, 'salvo catástrofe, 091 no se reunirá'.
// dejo a continuación para disfrute colectivo el listado completo de canciones (en una lista en spotify desde aquí) que sonaron esa tarde-noche en el Teatro Central. Canela fina.